La terapia de parafina alivia el dolor crónico de las articulaciones, relaja los músculos rígidos y mejora el flujo sanguíneo en la zona tratada. Esta terapia es bastante común y ampliamente utilizada para ayudar en el tratamiento de condiciones tales como la artritis, el eczema, inflamación, espasmos musculares, tendonitis y otras condiciones que causan dolor y rigidez. La terapia de parafina también alisa y suaviza la piel seca, agrietada, áspera y escamosa, dándole suavidad, humectante, aumentando así, la circulación y apertura de los poros.
La terapia de parafina es también ampliamente utilizada en el tratamiento de lesiones relacionadas con los deportes y otras condiciones donde se necesita la terapia de calor y las terapias de ejercicios.